domingo, 7 de abril de 2013

Por interés personal

*Cuando no tienes vida lo único que puedes hacer es escuchar la de los demas.
Y sobre todo, hacer como que te importa.*
Sinceramente no me importa la mayoria de las mierdas que me cuentan cada dia sobre la gente de mi alrededor. 

viernes, 19 de octubre de 2012

Lucy

La ropa es la mejor forma de dominar el mundo. Un mensaje subliminal que te deja totalmente al descubierto y, hay dos formas de elegirla: para proyectarte o para fingir ¿Con cuál llegarías tú más lejos?

Estaba claro que Lucy elegía su ropa para fingir. O por lo menos al principio era ese el criterio, aunque ahora parecía que la ropa le había contagiado su encanto. Era una militar con muy buen gusto. O así le habría descrito Ramón, de no ser porque había muerto.
James supo desde el principio que Lucy era una muñequita pija que había tenido que sobrevivir cuando la guerra se hizo con las manos que la sostenían. Ahora manejaba ella, Lucy.
Se imaginó que Lucy había nacido en una familia de ricos con casas de verano, invierno, primavera y otoño. Que probablemente hubiera sido... ¿lo contrario a progresista? Os juro que existen.
Pues eso, que Lucy habría vestido ropa de marca y tiempo atrás su pelo habría sido rubio (teñido, lógicamente) porque sus ojos azules no se podían camuflar, y decían mucho. 
Decían, lo primero de todo, que era de sangre y fría y azul. Decían que no le gustaba el Terror; le gustaba luchar contra el Terror. Y no por amor a la paz, no: porque le gustaba luchar, y luchar contra el mal era una buena forma de disimular sus preferencias guerreras. 
Además decían que era la mejor hija de puta.
James no entendía eso.
Lucy era inteligente. Lo sabía todo.
Y lo mejor es que era justa, joder. Sabía muy bien la diferencia del bien y el mal y siempre tenía razón.
Lucy era la mejor hija de puta.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Jaime.

-Chico, te lo prometí, pero no puedo. Te dije que te quería... hasta que dejé de quererte. Ese amigo tuyo... ¿ está libre? Tú no me has dicho que sí, y yo no sé esperar. Así que hoy, fin de semana, tarranchas y resacas. Algo de marihuana. Sol y playa. Una noche en otra cama, no creas que quiero nada. Y qué pique, ¿eh? Contigo si hubiera habido más.
-Que pique, que pique.
-Pues surfista, a tirarte a tus olas. Las chicas ya estamos hartas de tanta tabla.

jueves, 12 de julio de 2012

Miradas

I think you are better than me, but you are thinking the same, so, you can be a nice girl and try to be my friend, or you can hate me for the rest of your life, amen.

Me miras como si conocieras de mi hasta mis entrañas, pero probablemente no sepas de mi ni como es mi voz. Pero yo a eso soy la mejor.

domingo, 8 de julio de 2012

Silence







Hola, soy tu inseguridad, y vengo a destruirte.












viernes, 22 de junio de 2012

Suerte

Soy apenas una joven que busca en un mundo demasiado real indicios de un mundo que considero mío por ser aquel en el que creo vivir. A veces pienso en otros mundos, que, como el mío, conforman personas que a su vez, forman el mundo real en el que todos vivimos. Durante mucho tiempo, muchas de ellas fueron y todavía son víctimas de la maldad de otras. Sus mundos no están formados en las bases de la felicidad, sino que son acechados por la sombra del horror, que les persigue sin cesar en su empeño. Tal vez no alcance jamás a entender qué es lo que nos lleva a unos a ser como somos, y a otros a ser como son,
sin embargo, alcanzo a intuir, en un, tal vez, erróneo pensamiento que a cada uno le toca sufrir para que exista la felicidad  en el mundo. Unos no se salvan para que otros puedan vivir y así, sin quererlo, aquellos que sufren durante su vida, son héroes. Ellos son los que sienten la felicidad a pesar de no tenerla. Aquellos que, por lo contrario, vivimos en una vida llena de lujos y caprichos que nos concede simplemente el haber nacido donde nacimos, somos apenas parásitos que absorbemos la fuerza de nuestros salvadores. Nosotros que somos felices, no obstante, habremos de jamás darnos cuenta, jamás conformarnos, jamás sentir la felicidad que tenemos.
No voy a preferir ser uno ni otro, pues la suerte es la que me ha concedido mi lugar, y no puedo evitarla, pero yo sólo pediré un final feliz.

domingo, 17 de junio de 2012

Abrazos. Itzhak Poldek

13 de Marzo de 1943.


Querida Laura:


Ayer se llevaron a Ann. Nos disparaban a todos, pero una de esas balas atravesó su hombro. Quise salvarla, pero cuando un soldado alemán me vio intentándolo, le disparó a la cabeza y murmuró: "Que mala puntería tienen algunos..." Otro que iba a su lado le dijo "A lo mejor es mejor matarlos como a los cerdos... Que griten y sufran un poco." Y ambos se rieron. Con el cuerpo de Ann entre mi cuerpo, sentí como cada segundo que pasaba me alejaba más de ella. De su risa de niña, de su mano izquierda con la gente, de su sabiduría y su preocupación natas... 
Habría dado lo que fuera por que no hubiera sido ella, pero la vida me la ha quitado y nadie más que yo podrá llorar realmente su muerte. Los alemanes que tanto admiraba se han vuelto máquinas de matar judíos. Algunos amigos míos me escupieron ayer, y al verme cubierto de sangre se rieron de mí. Sólo en uno vi compasión, durante un segundo en sus ojos azules y después, me sentí totalmente solo. No es tiempo de pensar en el por qué, pero cuando ves que todos mueren sin ninguna razón, que realmente no hay vida a la que atenerse. Cuando te das cuenta de que matan por diversión, como un niño mata a una hormiga, el mundo se tambalea y no puedes evitar preguntarle a Dios qué has hecho. Pienso que tal vez no haya Dios, sino que la solución sería dejar de creer en él. Llevar una estrella judía me ha hecho sentir cada vez más ateo.
Por último te diré que pude salvarme. Cuando iban a subirme a un carro, un viejo amigo de la familia me cogió y me llevó a un lugar donde, según dijo, no volvería a mirar la SS. Sigo aquí, esperando algo, escribiendo esta carta con un tintero y una hoja que encontré en la casa en la que estoy. No sé si esta carta te llegará, pero si te llega, supongo que significará que sigo vivo.


Abrazos. Itzhak Poldek.