Piedras en el camino.

Nadie puede leer el futuro. Nadie es capaz de prepararnos para lo que vamos a vivir durante nuestra vida. Nos dan consejos para que los apliquemos en diferentes situaciones, en un intento de evitar nuestros errores, pero solo podemos resignarnos. Y saber, por supuesto, que por cada caída, nos levantaremos, y cada herida sanara poco a poco, para que cuando nos levantemos, miremos al frente y veamos que podemos superar nuestros límites. Y cuando miremos atrás, y nos veamos cayendo e hiriéndonos, podamos sacar provecho y aprender, para poder después, mucho después, usar cada uno de los consejos, cada una de nuestras caídas y heridas y así caernos cada vez menos.

Al final, a veces somos cobardes, y a veces valientes. A veces somos compasivos, y a veces somos fríos como el hielo. A veces estamos en lo correcto, y a veces nos equivocamos. Sólo queremos sacarnos las castañas del fuego.