-¿Dónde vas, Jake?
-A dar una vuelta, enano, sigue durmiendo.
Dani se vuelve a acostar en su cama.
Pero Jake no va a dar una vuelta. Va a pegar palizas al mundo.
Pero en concreto, le pegará una paliza al cabronazo idiota de Ryan.
¿A ese tío que le pasa? Parece que sólo quiera joder la vida de los demás.
Pero Jake tiene fuerza, joder. Él no es un puto perrito faldero.
No tiene una gran casa en Bel-Air. Ni un cochazo, de esos que aceleran hasta el sol. No.
Él tiene un hermano de once años. Un hermano que le copia en todo y le admira porque se mete en líos; y una casa de 30 m2 con cucarachas y poca luz.
Pero está bien. Él no necesita mucho más.
Sólo a ella.
Ella le hace inmortal.
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